El Shabbat de David: Tradiciones y Prohibiciones del Día Sagrado
Cada viernes al atardecer, cuando el cielo se viste de tonos cálidos y el sol comienza a descender, David siente una profunda emoción. Es el momento de dar la bienvenida al Shabbat, el día sagrado de descanso en la tradición judía, un tiempo que ha aprendido a apreciar profundamente gracias a las enseñanzas de su abuela.
El Inicio del Shabbat: Encender las Velas
El Shabbat comienza justo antes de la puesta del sol, un instante mágico en el que David enciende las velas del Shabbat, siguiendo la tradición que su abuela le transmitió. Las velas suelen ser encendidas por mujeres, un acto que simboliza la bienvenida al Shabbat con una luz especial y la santificación del hogar. David recuerda cómo su abuela, con una sonrisa serena, encendía las velas 18 minutos antes del anochecer. Ella recitaba la bendición: “Baruj Atá Adonái, Elohénu Mélej Haolám, asher kidshánu b’mitzvotav v’tzivánu l’hadlik ner shel Shabbat” (ברוך אתה ה‘ אלקינו מלך העולם, אשר קדשנו במצותיו וצונו להדליק נר של שבת), que significa “Bendito eres Tú, Adonai, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con tus mandamientos y nos ordenaste encender las luces del Shabbat.” Este acto marca el comienzo del Shabbat, creando una atmósfera cálida y sagrada en el hogar.
El Ritual del Kiddush: Santificar el Día
Una de las tradiciones más queridas de David es el Kiddush, el ritual de santificación del Shabbat con una bendición sobre una copa de vino. Al igual que su abuela, David alza la copa con solemnidad y recita: “Baruj Atá Adonái, Elohénu Mélej Haolám, boré p’ri hagáfen” (ברוך אתה ה‘ אלקינו מלך העולם, בורא פרי הגפן), que se traduce como “Bendito eres Tú, Adonai, nuestro Dios, Rey del universo, que creaste el fruto de la vid.” Este acto no solo consagra el vino, sino que también santifica el Shabbat, infundiendo el hogar con una sensación de calma y unión familiar.
Las Prohibiciones del Shabbat: Un Tiempo de Reposo y Reflexión
El Shabbat es un día de descanso completo, y David ha aprendido a respetar las prohibiciones que lo acompañan. Durante el Shabbat, se prohíbe realizar trabajos creativos y actividades que impliquen esfuerzo físico o mental. Esto incluye encender o apagar fuego, lo que hoy en día se extiende a evitar el uso de dispositivos electrónicos. David también evita cocinar durante el Shabbat, preparando todas las comidas con antelación, y se abstiene de escribir y realizar cualquier tipo de trabajo remunerado.
Estas restricciones no son vistas como limitaciones, sino como oportunidades para desconectar de la rutina diaria y concentrarse en la espiritualidad y la familia. David valora este tiempo libre de distracciones y responsabilidades, utilizando el Shabbat para descansar y reflexionar.
Las Obligaciones del Shabbat: Un Enlace con la Tradición
Además de las prohibiciones, el Shabbat incluye ciertas obligaciones que David sigue con devoción. La oración es una parte central del día, y David participa en las tres comidas festivas del Shabbat, comenzando con la cena del viernes por la noche y continuando con el almuerzo del sábado. En cada comida, recita bendiciones sobre el pan (challah) y el vino, siguiendo el ejemplo de su abuela.
El Shabbat termina con la ceremonia de Havdalá, que marca la separación entre el tiempo sagrado del Shabbat y la rutina semanal. David enciende una vela trenzada, huele especias aromáticas y recita bendiciones, sintiendo una mezcla de serenidad y gratitud mientras el Shabbat llega a su fin.
El Legado del Shabbat: Un Tesoro de Tradición y Espiritualidad
Para David, el Shabbat es mucho más que una serie de rituales y prohibiciones; es una oportunidad para conectar con su herencia y encontrar paz en medio del bullicio de la vida moderna. Cada viernes, mientras sigue las costumbres que su abuela le enseñó, David no solo celebra el descanso, sino también la riqueza de una tradición que le ofrece una pausa semanal para la reflexión y la conexión familiar. El Shabbat es un tiempo para detenerse, disfrutar de la tranquilidad y recordar lo que realmente importa.
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